Traducciones Juradas

Traductores jurados en Madrid

Los traductores necesitan de un período muy largo de aprendizaje. Un traductor es un profesional que ha dedicado muchas horas a buscar la manera de armonizar dos textos en dos idiomas distintos. La esencia de la traducción se encuentra precisamente en impregnar el texto traducido de unos referentes culturales, terminológicos y de contexto absolutamente distintos. Lo expresaba con acierto Ortega y Gasset: “hablar otro idioma es adquirir un alma nueva”.

Y no sólo los textos literarios. La traducción jurídica, comercial o técnica tiene también esta dificultad como elemento primordial: nunca dos textos son iguales, no se dicen las cosas de la misma manera en distintos países, la variedad cultural es tan enorme que jamás un programa informático podrá desentrañar lo que realmente quiso decir el autor de una frase. La traducción es una labor creativa y difícil, que se aprende tras muchos años de experiencia, que exige una dedicación plena.

A menudo es necesario que se certifique la exactitud de una traducción. Es entonces que intervienen los Traductores e Intérpretes Jurados; unos profesionales que se han sometido a unos exámenes específicos diseñados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y que han demostrado su valía al aprobarlos. En la convocatoria de 1971 para Traductor Jurado de Francés se presentaron cerca de 400 personas; aprobaron 2. Uno de ellos colaborador de TRADUX. Con esto está todo dicho.

En la actualidad, se ha producido un fenómeno que ha distorsionado la figura del Traductor Jurado, provocando una afluencia masiva de traductores reconocidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores y provenientes de las nuevas licenciaturas en Interpretación y Traducción. En los listados que facilita el ministerio se distingue los traductores jurados que logran su título por convalidación de los que lo logran por examen. La situación era insostenible, y la Ley 2002/2009 dice expresamente que “la multiplicación de centros que imparten enseñanzas en traducción e interpretación, o de carácter análogo, cada uno con sus propios planes de estudio en virtud del principio de autonomía universitaria, está dando lugar a una gran diversidad de criterios, algunos muy heterogéneos, a la hora de evaluar las aptitudes académicas de los estudiantes. Como consecuencia de todo ello, el papel del Ministerio se ha ido reduciendo al de mero agente de tramitación y expedición de títulos, con mínimas posibilidades de supervisar las cualificaciones de los futuros profesionales cuyo nombramiento, sin embargo, es responsabilidad exclusiva del propio Ministerio”. Esto ha provocado que, a partir del 30 de septiembre de 2015, deje de haber Traductores convalidados por su expediente académico.

El 90% de los Traductores Jurados que colaboran con Tradux lo son por examen. También colaboramos con traductores provenientes de la universidad, pero su trabajo está sometido a unos procedimientos de revisión más exhaustivos. En realidad, confiamos en nuestros traductores jóvenes, y creemos que se debe dar a los jóvenes la oportunidad de iniciarse en este oficio, pero también consideramos que la experiencia es siempre indispensable y, en efecto, los jóvenes licenciados valoran que su trabajo se enriquezca, mes a mes, con las aportaciones y recomendaciones de los traductores más veteranos. Esta labor de aprendizaje, en la que se precisa un cierto grado de humildad, les convertirá con el paso de los años, y tras muchas miles de palabras traducidas y revisadas, en traductores veteranos y fiables. Dentro de 20 años, ellos corregirán las traducciones de la siguiente generación.

Dejar sus traducciones en manos de Traductores Jurados que acceden por examen es una garantía de que su trabajo está en mejores manos. En absoluto son infalibles, pero representan a lo mejor del gremio. Y Tradux sólo emplea lo mejor.

Disponemos de Traductores Jurados a/de todos los idiomas reconocidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y podemos responder de manera inmediata a las urgencias que se planteen en inglés, francés, alemán, italiano y portugués.

“Los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal”